Querido niño que me enamoró:

Escribo esto, con el pensamiento de que cuando lo leas, te des por aludido. No quiero que respondas, ni siquiera que me digas nada, solo que lo leas, y sientas la mitad de lo que sentí yo. Cuando te conocí, me caíste bien, tan solo con decir 4 frases, me gustaba tu personalidad, ni me imaginaba que ibas a ser el amor de mi vida. Tras días hablando, sentía cosas dentro de mi, sentía ilusión al verte, sentía cosas dentro de mi, cosas que pensaba que nunca llegarían a más, pero como me equivoqué. Todo cambió, un día me di cuenta de que era más que gustarme, más que quererte, más que todo eso, era un sentimiento nuevo, un sentimiento que no ha cambiado lo más mínimo, sigo amándote como el primer día. Ahora ya ha pasado 1 año y 55 días exactamente desde que te conocí, y sigo amándote, y es que si pienso en ti, el tiempo se pasa volando.
No te pido que me quieras, ni que me ames, ni siquiera que me tengas cariño, solo quiero que comprendas el por qué de tu nombre escrito en mi brazo, el por qué de mirarte fijamente cuando te despistas, el por qué de sonreír cuando sonríes, el por qué de llorar cuando lloras. Quiero que comprendas que te amo más que a nada, y que esto nunca cambiará, que te amo, por que eres único, eres capaz de hacerme sonreír, con una sola mirada, y eso solo tú sabes hacerlo. Eres capaz de ponerme nerviosa haciendo esas cosas que sabes que me molestan, eres capaz de hacerme reír, cuando estoy a punto de caer, eres capaz de que tú sonrisa, me haga más fuerte, eres capaz de hacerme sentir sensaciones que solo tú sabes hacerme sentir. Puedo pasarme el día escribiendo, y nunca podría describirte, ni la mitad de por qué te amo tanto, ni la mitad de las noches que sueño con tu sonrisa, ni la mitad de las veces que pienso en ti.
Y aunque pase el tiempo, recuerda que yo siempre te querré.

Recuerda ; 15 de septiembre de 2010.