Soy dueña de mi mundo.

Todo el mundo quiere ser igual, ¿y de que se supone que sirve eso?.
¿Dónde estaría la gracia de la vida si todos fuéramos iguales?.
¿Si no estuviera ese típico amigo gracioso que nos hace reír a todos?.
¿Si no estuviera la típica amiga pija que se cree Britney Spears pero que al fin y al cabo es la mejor persona del mundo?
¿Si no estuviera la típica amiga que pasa de todo, pero que se preocupa al máximo por los demás?.
En resumen, si todos fuéramos iguales, ¿de qué serviría vivir?. Si todos fuéramos iguales, con que uno viviera, sobraría. Por eso, yo soy yo, dueña de mi mundo. Yo soy quien decido que móvil tengo, no la moda. Yo soy quien decido que zapatillas llevo, no la moda. Yo soy quien decido como llevo el pelo, no la moda.Yo soy quien decide que ropa lleva, no la moda. Al fin y al cabo, las modas son pasajeras pero el estilo siempre es el mismo, así que si quieres que reconozcan por él, empieza por creartelo.